Cada estructura legal debe responder a una necesidad específica… Y aunque muchas veces asociamos las sociedades con negocios activos, en Costa Rica existe una figura sumamente útil: la sociedad inactiva.
¿Qué es una sociedad inactiva?
Es aquella que, si bien está legalmente constituida y registrada, no realiza actividades comerciales. Pero lejos de ser una figura sin utilidad, representa una herramienta legal sumamente valiosa.
¿Cuáles son sus beneficios?
- Protección patrimonial: Uno de los principales beneficios de contar con una sociedad inactiva es la posibilidad de registrar bienes a su nombre, lo que establece una separación clara entre el patrimonio personal y los activos de la sociedad. Esto puede ser clave ante situaciones futuras como demandas, deudas o procesos sucesorios.
- Vehículo legal para adquirir activos: Una sociedad inactiva permite adquirir propiedades, vehículos u otros activos de forma ordenada y con respaldo legal. Además, facilita la transferencia de estos bienes mediante acciones o cuotas, optimizando procesos hereditarios.
- Facilidad de reactivación: Si en el futuro decide emprender un negocio, no será necesario comenzar desde cero. Reactivar una sociedad ya constituida implica menos tiempo, menos trámites y mayor agilidad para iniciar operaciones.
- Imagen de formalidad y solidez: Incluso sin estar operando, una sociedad inactiva puede proyectar una imagen de seriedad ante bancos, entidades gubernamentales o posibles aliados estratégicos. Es una forma de establecer bases sólidas para futuras relaciones comerciales.
¿Y qué sucede desde el punto de vista fiscal?
Aunque una sociedad inactiva no genera ingresos, su estructura jurídica permite, en caso de reactivarse, acceder a beneficios fiscales más robustos que los disponibles para negocios individuales. Entre ellos: deducción de gastos operativos, contratación formal de personal, emisión de facturas y acceso a regímenes especiales, y una contabilidad independiente que facilita el cumplimiento con Hacienda y mejora la toma de decisiones empresariales.
Esto significa que una vez que se activa, la sociedad puede beneficiarse de deducciones fiscales por alquileres, servicios profesionales, viáticos, depreciación de activos, entre otros, lo cual no es tan flexible en el caso de un negocio individual.
Paso a paso para solicitar una sociedad inactiva
Es un procedimiento relativamente simple, aunque debe cumplir ciertos pasos legales. El proceso incluye:
- Redacción de la escritura constitutiva ante notario (S.A. o S.R.L.).
- Inscripción en el Registro Nacional.
- Obtención de la cédula jurídica.
- Cumplimiento de obligaciones anuales, como:
- Presentación del formulario D-195 en la plataforma ATV.
- Pago del impuesto a las personas jurídicas.
- Presentación del Registro de Transparencia y Beneficiarios Finales (RTBF).
- Mantenimiento de los libros legales.
Cumplir con estas formalidades garantiza que la sociedad esté lista y vigente para activarse cuando usted lo decida.
Tener una sociedad inactiva no es solo una opción viable, sino una estrategia inteligente de protección, planificación y preparación para el crecimiento.
Contáctenos y con gusto lo asesoraremos en todo el proceso de constitución y cumplimiento legal, adaptando la estructura a sus necesidades personales o empresariales.