Con el fin de evitar desde errores u omisiones hasta posibles litigios, sanciones económicas y auditorías exhaustivas, y para ahorrar tiempo y recursos, compartimos las claves acerca del cumplimiento tributario.
Es probable que escuchar sobre obligaciones legales genere un sinfín de inquietudes y dudas. Por eso, al momento de hablar de cumplimiento tributario, tres preguntas son centrales para su comprensión y para comenzar el año organizados: ¿Qué es?, ¿Por qué es importante? y ¿Cómo se lleva a cabo de manera correcta?
¿Qué es el cumplimiento tributario?
A nivel personal, se trata de un deber cívico: y a nivel social, de una contribución para el bienestar de la comunidad. A su vez, para que resulte idóneo, es necesario considerar tres aspectos fundamentales íntimamente relacionados, que determinan que tenga un buen resultado o no: situación financiera, declaración rigurosa de impuestos y contabilización adecuada de las operaciones fiscales.
¿Por qué es tan importante cumplirlo correctamente?
Si bien en principio está vinculado con la responsabilidad social como individuos o empresarios, que da cuenta de nuestra transparencia y confiabilidad, va un paso más allá. Al mismo tiempo, garantiza el correcto funcionamiento del Estado porque fortalece la economía de un país, previene sanciones o multas de los entes fiscales, y evita posibles litigios costosos y prolongados en el tiempo.
¿Cómo llevarlo a cabo de manera correcta?
Un pilar y un respaldo fundamental en este punto es la rigurosa contabilidad, que brinda información precisa y certera de la situación financiera de una persona o de una empresa; es decir de sus ingresos, gastos, activos y pasivos. Una correcta contabilización permite generar y presentar un informe financiero confiable, con su apropiada clasificación de los diversos conceptos tributarios, la aplicación de tasas impositivas correspondientes, y la incorporación de deducciones y beneficios fiscales. Como vimos anteriormente, no solo evita errores y omisiones, sino posibles conflictos legales o auditorías detalladas.
Cuando hablamos de este tipo de procesos, hablamos de acompañamiento y orientación por parte de un equipo especialista en la materia: capacitado para cumplir con los plazos correspondientes frente a las entidades fiscales, que de cuenta del correcto funcionamiento legal y sostenible de la empresa o del individuo. Además, que pueda asesorar de manera específica y estratégica según las necesidades del cliente, contemplando tres aspectos fundamentales: análisis de la situación fiscal, identificación de posibles riesgos y recomendaciones legales propicias.